El aprendizaje colaborativo y cooperativo son dos estrategias educativas diferentes que, a menudo, suelen confundirse entre ellas. Pero es muy importante entender en qué consisten cada una de ellas, cuáles son sus objetivos comunes y qué objetivos individuales persiguen.
Por ello, a continuación, vamos a entrar en detalle a explicarte estos dos conceptos diferentes, pero para obtener un mayor conocimiento y aplicación de estas estrategias y muchas otras, te recomendamos que formes parte de nuestra comunidad educativa y optes por los Grados en ADE o la formación que más se ajuste a tus preferencias formativas y profesionales.
Definición y Similitudes entre Aprendizaje Cooperativo y Colaborativo
El primer paso para entender y saber diferenciar el aprendizaje cooperativo y colaborativo es saber cuáles son sus definiciones:
El aprendizaje cooperativo es aquel que sigue las pautas y estructuras marcadas por el docente para conseguir asumir los objetivos establecidos.
Es un concepto pedagógico que busca ser una alternativa viable a los métodos de educación tradicionales y que pretende organizar el aula, y sus actividades, a través de la formación de grupos mixtos.
Por su parte, el aprendizaje colaborativo es también un método pedagógico que se lleva a cabo para potenciar el aprendizaje sobre un tema en concreto, siendo los propios integrantes quienes determinan los grupos y las actividades a realizar.
Rol del Docente y Estructura de Grupo
Pese a las similitudes entre uno y otro método de aprendizaje, las principales diferencias radican en el rol que ejerce el docente y en la propia estructura del grupo.
Y es que en el aprendizaje colaborativo son los estudiantes quienes determinan el grupo que se va a formar, así como la dinámica a seguir y la estructura del desarrollo. Siendo el docente simplemente quien propone un tema y evalúa la interacción de sus alumnos.
En cuanto al aprendizaje cooperativo, es el docente quien establece quiénes son los integrantes de los diferentes grupos y qué actividades deben llevar a cabo. Y, observando las interacciones, evalúa de forma individual y colectiva el funcionamiento.
Evaluación y Responsabilidad en el Aprendizaje
Para poder llevar a cabo una evaluación del funcionamiento del grupo en ambas metodologías, se establecen los siguientes criterios:
- Aprendizaje colaborativo
- Rol individual que lleva a cabo cada participante.
- Nivel de cooperación de cada alumno en resolver las tareas.
- Calidad que aporta a la resolución del trabajo en grupo.
- Evaluación individual del cumplimiento de los plazos de entrega.
- Comunicación con los miembros de su equipo.
- Aprendizaje cooperativo
- Evaluación entre iguales, es decir, los alumnos se evaluarán entre ellos mismos en función de las aportaciones que se hayan hecho al grupo.
- Autoevaluación.
- Observación del profesor. Es decir, el profesor observará cuál es rol que ha desarrollado cada participante de forma individual para apoyar al grupo, así como cuál es la interacción grupal y la comunicación que han tenido en conjunto.
Aplicación Práctica y Ejemplos de Aprendizaje Cooperativo y Colaborativo
Un claro ejemplo de cómo sería una práctica de aprendizaje cooperativo sería formar un Club de Lectura.
Los alumnos leen un mismo libro e intervienen para poner en común sus impresiones y resolver la tarea que se ha concretado como prioritaria.
Deben ponerse de acuerdo a través de sus propias explicaciones y llegar a un consenso antes de finalizar la práctica.
En educación física, por ejemplo, se emplearía la práctica de los relevos. En ella, todos dependen de todos para poder ganar.
Otra práctica que se podría emplear sería la construcción en conjunto. Esta consiste en crear una construcción ayudándose los unos a los otros para poder lograrlo.
En cuanto al aprendizaje colaborativo, un ejemplo sería cuando el profesor determina un trabajo para hacer de forma colaborativa, pero cada uno de los participantes debe hacer su parte de forma individual. Una vez realizadas cada una de la partes , se ponen en común y, entre todos, se lleva a cabo una presentación alineada.
También podrían aplicarse los juegos de tarjetas. El profesor saca una tarjeta y los alumnos deben responder, en el menor tiempo posible, las preguntas que se plantean.
Los juegos de roles son una muy buena forma de aplicar el aprendizaje colaborativo, ya que promueve la empatía.
El profesor, por ejemplo, propone un personaje histórico que previamente han estudiado en clase, y los alumnos deben representarlo poniéndose en su lugar e interactuando con los miembros del grupo de la forma en que lo haría él.
¿Cuál es mejor para tu Aula? Aprendizaje Cooperativo vs. Colaborativo
Aplicar el aprendizaje cooperativo o colaborativo en el aula, dependerá de las preferencias y objetivos que tengas como docente. Además, una y la otra pueden ser complementarias, pues aunque persiguen objetivos comunes, también buscan potenciar, por separado, otros aspectos imprescindibles para la educación.
Por tanto, en función de los que quieras potenciar en el aprendizaje de tus alumnos, puedes utilizar un método u otro. Por ejemplo, si lo que quieres es mejorar las habilidades sociales, el aprendizaje cooperativo será tu mejor opción. Pues los integrantes del grupo deberán aprender a comunicarse con sus compañeros para ser escuchados y tomados en cuenta.
Si lo que buscas es poder potenciar la capacidad de tus alumnos para negociar y expresarse, utilizando sus propias dotes de convicción, el aprendizaje colaborativo será el método que deberás emplear. Puesto que al trabajar de forma más individual, aunque también de manera grupal, deberán ser capaces de exponer sus ideas para poder llegar a un consenso y trabajar en una misma línea.
Por tanto, aunque la diferencia entre aprendizaje cooperativo y colaborativo resida en el rol de docente, el enfoque y la estructura de los grupos, es importante saber que ambos son complementarios. Y que pueden facilitar la formación de los estudiantes potenciando, a su vez, otras habilidades fundamentales para su progresión formativa y personal.