Qué es el aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo es un método pedagógico que promueve la enseñanza a través de la socialización de los estudiantes. Su procedimiento consiste en dividir la clase en grupos pequeños pero heterogéneos, para que los alumnos trabajen entre sí de forma coordinada resolviendo tareas académicas. Dicho de otro modo, solo podrán lograr sus objetivos si el resto también alcanza los suyos.
Esta metodología didáctica, por tanto, busca que los grupos se pongan de acuerdo sobre las tareas a realizar, decidir cómo y quién las hace en función de los criterios preestablecidos o valorar en grupo los resultados. Sus principios son los siguientes:
- Interacción: para alcanzar los objetivos previstos, el alumnado ha de apoyarse mutuamente y compartir recursos y conocimientos.
- Socialización: a la hora de trabajar en grupo en armonía, es necesario desarrollar conceptos como el autocontrol, la confianza o la comunicación.
- Interdependencia: los integrantes deben ser conscientes de que sus esfuerzos individuales son beneficiosos tanto para ellos mismos como para el grupo en su conjunto.
- Responsabilidad: para que el grupo consiga sus objetivos, cada miembro debe cumplir con su parte del trabajo asignado realizando los esfuerzos necesarios.
- Evaluación: fomenta la autoevaluación del rendimiento, fundamental para desarrollar un espíritu crítico y saber tomar decisiones para mejorar.
Ventajas del aprendizaje cooperativo
A través de ciertas evidencias obtenidas de casos prácticos, así como de estudios de campo, se ha comprobado que el aprendizaje cooperativo realmente funciona a la hora de lograr una mejora del aprendizaje significativa. Sus ventajas principales son las siguientes:
- Motivación: al verse implicados en las tareas, los alumnos muestran mayor iniciativa e implicación.
- Comprensión: trabajando en grupo, llegan a la conclusión de qué es lo que tienen que hacer y por qué lo hacen.
- Rendimiento: aumenta el volumen y la calidad del trabajo realizado, así como el grado de dominio de los conceptos y procedimientos.
- Convivencia: al luchar juntos por conseguir un mismo fin, se refuerzan los lazos entre los estudiantes y mejoran sus relaciones personales, la autoestima y la inclusividad.
Ejemplos de aprendizaje cooperativo
A continuación, veremos una serie de ejercicios de trabajo cooperativo en el aula, que pueden ponerse en práctica en cualquier nivel educativo:
- Historia conjunta: el profesor comienza lanzando una oración al aire. Los estudiantes de cada grupo deben completarla en un papel. Después, se lo pasarán al compañero de la derecha, y leerán el que recibieron, añadiendo una nueva frase. Después de varias rondas, surgirán unas cuantas historias de gran creatividad. Los alumnos pueden elegir su historia favorita o agregar conclusiones. Es ideal para desarrollar la imaginación.
- Concurso: los estudiantes deben numerarse en sus equipos. El profesor formula una pregunta, y les da un límite de tiempo, en el que los grupos discuten para obtener una respuesta. Después, dirá un número al azar. Todos los estudiantes con ese número se ponen de pie y responden a la pregunta. Es ideal para desarrollar el debate y la oratoria.
- Rompecabezas: cada integrante del grupo recibe un segmento de un texto para realizar una lectura comprensiva. Después, lo pondrá en común con el resto del equipo, que recibieron los fragmentos que completan su texto. De este modo, potencian la memoria y aprenden a indagar y a investigar por su cuenta para completar informaciones escasas.
- Reflexión: el profesor expone un tema frente a toda la clase. A continuación, cada miembro del equipo piensa una pregunta que le surja respecto a la lección que acaban de recibir. Primero la discuten con su compañero y, después, comparten su punto de vista dentro del grupo. Así, los estudiantes aprenden a reflexionar sobre sus dudas y a llegar a conclusiones con los métodos que tienen a su alcance.
Aprendizaje colaborativo y cooperativo
Aprendizaje colaborativo y cooperativo parecen dos conceptos de aprendizaje parecidos, pero cuentan con algunas diferencias importantes. La colaboración pone el foco en la importancia del proceso, y la cooperación da mayor importancia a la meta de dicho trabajo. Ambos procesos son perfectamente complementarios. Mientras que el colaborativo suele ser más común en la educación superior, el cooperativo está más asociado a la educación primaria.
El mundo está cambiando, y con ello debe hacerlo la educación. Parece claro, por tanto, que esta debe adaptarse a las exigencias y necesidades del S. XXI, para formar a futuros hombres y mujeres capaces de desarrollar sus competencias digitales y su espíritu crítico. Es imprescindible, para no perderse en el vasto océano de conocimiento que es Internet. En el Grado en Educación Infantil en Madrid aprenderás todo lo que necesitas saber sobre aprendizaje cooperativo, entre otros muchos temas.