Empatía en el trabajo

La empatía es una competencia vital clave en el ambiente laboral y, en este artículo, te contamos por qué. Sigue leyendo y descúbrelo.

Sabemos que algunas de las competencias más demandadas actualmente en el mercado laboral son el trabajo en equipo, el liderazgo o la capacidad de negociación. Pero ¿sabías que todas ellas tienen una relación directa con la empatía? Esta competencia vital es clave en el ambiente laboral y, en este post, te contamos por qué. Sigue leyendo y descúbrelo.

Definición de empatía en el trabajo

La empatía es una competencia vital de la inteligencia emocional que surge en nosotros al comunicarnos y relacionarnos con lo demás de manera natural, como parte de nuestra naturaleza humana. Es la capacidad de entender y relacionarse con los pensamientos, experiencias y sentimientos de los demás, y es extrapolable a distintos ámbitos de la vida. Y el ámbito laboral es uno de éstos.

Las personas empáticas cuentan con una predisposición natural para algunas de las competencias más demandadas del mundo laboral, como la capacidad de liderazgo, el trabajo en equipo, la atención al público, las habilidades de negociación, etc. Por tanto, ser capaz de canalizar la empatía en el trabajo aportará un valor añadido a cualquier perfil laboral.

La empatía laboral es, por tanto, una competencia clave a fomentar en el lugar de trabajo. En cuanto a los trabajadores, la empatía permitirá crear un ambiente de trabajo respetuoso en el que todas las normas de convivencia se cumpliesen, por lo que no haría falta invertir esfuerzos y tiempo en labores de mediación para resolver conflictos. Cada trabajador velaría por sus intereses así como por los del resto y, por ende, por los de la empresa. Por otro lado, en cargas más altos, como directores, ejecutivos y/o responsables de equipo, es interesante fomentar la empatía laboral para garantizar un buen liderazgo.

Mostrar empatía en el entorno laboral contribuye además a crear una cultura de equipo, aumenta la autoestima y motivación de los empleados y favorece que se sientan tomados en cuenta.

Beneficios de la empatía en el trabajo

Como vemos, la empatía aplicada al entorno laboral puede tener múltiples beneficios. Podemos destacar los siguientes:

  • Necesidades cubiertas: en un entorno laboral empático, los profesionales se toman el tiempo para escuchar y comprender las necesidades del equipo y/o los compañeros. Además, la actitud de un equipo empático es siempre óptima y aporta el apoyo necesario, tanto por parte del responsable del equipo como de los compañeros, para hacer frente a los retos y dificultades que puedan presentarse.
  • Minimizar conflictos: tener la actitud adecuada, mantener una comunicación fluida, escuchar y entender a las partes teniendo en cuenta sus opiniones y puntos de vista hace que sea más sencillo llegar a acuerdos entre las partes para evitar que se generen conflictos, y esto es solo posible con la empatía. Además, este tipo de acciones son recibidas de un modo muy positivo, al contrario que el imponer una solución de manera unilateral por parte de la figura al mando, que podría asumirse de un modo negativo.
  • Cultura de equipo: la empatía en el trabajo hace que tratemos de entender a los compañeros, dándoles el apoyo necesario para poder avanzar, lo que refuerza la confianza y fortalece las relaciones, mejorando así la productividad.
  • Comunicación fluida: un entorno laboral cargado de empatía se percibe como un espacio seguro en el que el trabajador puede sentirse comprendido, escuchado y respetado, lo que hace que sean más abiertos. De este modo, las relaciones son más sinceras, y no existirá el miedo a ser juzgados por aportar ideas, lo que enriquecerá el entorno laboral.
  • Energía positiva y sintonía emocional: al ser empáticos, conseguiremos contagiar al resto del equipo gracias a las neuronas espejo, y esto propiciará un ambiente laboral más agradable y positivo.

Empatía Laboral

Ejemplos de empatía laboral

Ya hemos repasado que un espacio laboral con profesionales empáticos aporta beneficios muy positivos, y hemos analizado algunos de estos. Pero ¿dónde y cómo podemos poner en práctica la empatía en el ámbito laboral? Veamos algunos ejemplos a continuación.

  • De manera interna: el ejemplo más sencillo es el trabajo en equipo. Cuando trabajamos en equipo, no pensamos en nosotros mismos sino en el equipo como sujeto, colaborando con los demás compañeros para la consecución de los objetivos comunes, manteniendo una comunicación fluida, ayudando con la carga de trabajo a los demás miembros del equipo, mejorando el ambiente, etc.
  • Desde arriba: como veíamos anteriormente, un buen líder aplica la empatía al entorno laboral. Esa capacidad de liderazgo empático es capaz de fomentar un ambiente de confianza recíproca entre su figura y el equipo, y las consecuencias de ello son muy positivas. Por un lado, el equipo sentirá confianza para aportar ideas que enriquecerán al departamento –y, a largo plazo, a la compañía–, y para comunicarse siempre de manera abierta, lo que evita conflictos. Además, todo ello contribuye a generar un ambiente agradable y un sentimiento de equipo.
  • Hacia el exterior: la empatía no es clave únicamente en el funcionamiento óptimo de la empresa de manera interna, sino que aplicar la empatía laboral al desempeño de tareas de, por ejemplo, atención al cliente sea muy beneficiosa porque fomenta la percepción positiva de la marca por parte del público, crea un sentimiento de pertenencia con su comunidad y puede ser un elemento diferenciador frente a la competencia.

Por tanto, la empatía laboral es clave para asegurar un buen ambiente en el trabajo, la motivación de los trabajadores y una mejor productividad. Si este análisis te resulta interesante y quieres profundizar en la búsqueda de perfiles que enriquecen los ambientes laborales, ¿por qué no continúas tu formación especializándote en recursos humanos y gestión del talento? No dudes en unirte a nuestros programas de másters. ¡Te esperamos!

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