Omnicanalidad

La omnicanalidad facilita una experiencia de compra más fluida integrando diferentes canales. Descubre excelentes ejemplos de la omnicanalidad aplicada al marketing y las ventas.

Cuanto más avanza la tecnología, más se integra en nuestra vida cotidiana cambiando muchos de nuestros hábitos, entre ellos nuestra manera de comprar y relacionarnos con las marcas. Por eso las empresas no solo necesitan mantener abiertos diferentes canales de comunicación con sus clientes, sino que deben integrarlos para mejorar la experiencia de compra y facilitar la fidelización.

¿Qué es la Omnicanalidad?

La omnicanalidad es la integración de todos los canales de comunicación en los que está presente una marca o negocio, de manera que el consumidor perciba una experiencia uniforme en todos ellos con el objetivo de comunicar, vender y fidelizar a los clientes.

A través del marketing omnicanal se coordinan todos los departamentos que tienen contacto con los consumidores para compartir información y lograr que la experiencia de los clientes sea más fluida y satisfactoria, manteniendo siempre la identidad de marca.

A diferencia de las estrategias multicanales, en las que la relación con el cliente se desarrolla en un mismo canal, en la omnicanalidad los consumidores pasan de un canal a otro sin percibir grandes variaciones en su experiencia.

Ventajas de la omnicanalidad para las empresas

  • Reforzar la imagen de marca manteniendo el mismo tono de comunicación y garantizando una experiencia uniforme en los diferentes canales, lo cual facilita el recuerdo de marca y genera experiencias positivas.
  • Potenciar la productividad. Implementar una estrategia omnicanal es más complejo al inicio y demanda más recursos, pero a la larga mejora la eficiencia y brinda un mayor retorno de la inversión.
  • Facilitar la fidelización. Al evitar duplicidades y lograr que el proceso de compra sea más fluido, la omnicanalidad también incrementa la satisfacción del cliente con la marca.

Ominicanalidad Ejemplos

Ejemplos de omnicanalidad

Disney

Dadas sus ventajas, no es extraño que grandes marcas como Disney sean ejemplo de omnicanalidad. La experiencia en Disney comienza en un sitio web adaptable a dispositivos móviles donde los usuarios pueden reservar cómodamente el viaje. Acto seguido pueden usar la herramienta My Disney Experience para planificar todos los detalles, desde elegir restaurante hasta sacar el Fast Pass. Una vez en el parque, con la aplicación móvil pueden ubicar las atracciones y ver el tiempo de espera estimado en cada una de ellas.

Oasis

Oasis, una marca de moda del Reino Unido, también se ha convertido en otro buen ejemplo de omnicanalidad. Fusiona su sitio de comercio electrónico con la aplicación móvil y las tiendas físicas para facilitar la experiencia de compra. Los empleados de sus tiendas cuentan con tabletas que brindan información actualizada y precisa sobre los productos. También actúa como una caja registradora, permite llamar a los clientes cuando su compra esté lista o incluso hacer el pedido online y recibirlo en casa.

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