Pensamiento Creativo

Si quieres descubrir qué es el pensamiento creativo y cómo puedes afrontar los retos de una manera distinta, saliéndote de la rutina, ¡este es tu artículo!

Todas las personas somos potencialmente creativas. Aunque no nos demos cuenta, el pensamiento creativo suele estar presente muchas de las tareas que llevamos a cabo a diario. Si quieres descubrir cómo puedes afrontar los retos de una manera distinta y salirte un poco de tu rutina, sigue leyendo.

¿Qué es el pensamiento creativo?

Se suele confundir el pensamiento creativo con la creatividad, pero cuando hablamos del primero, estamos haciendo referencia a algo más. Utilizar el pensamiento creativo implica salirse de lo establecido, huir de la lógica para llegar a una serie de conclusiones alternativas que nos permitan afrontar un reto de manera diferente. Es la capacidad de innovar, de ser original y de encontrar soluciones rompedoras a problemas cotidianos.

Para poner en marcha el pensamiento creativo y conseguir tomar caminos alternativos a nivel cognitivo, es necesario potenciar lo que comúnmente se conoce como “think outside the box”. Pero antes, debemos diferenciar los caminos que podemos tomar para encontrar una solución. Existen dos tipos de pensamiento: el pensamiento convergente y divergente.

Ambas clases de pensamiento son naturales en los seres humanos. Podría decirse que nacemos con ellos y tenemos la capacidad de desarrollar ambos, aunque por lo general, las personas siempre tienden a desarrollar uno más que el otro. Si se observa el sistema educativo convencional, que se basa en inculcar conceptos y solucionar cuestiones utilizando una serie de fórmulas concretas, veremos que normalmente se apela al pensamiento convergente.

Pero el hecho de tener un tipo de pensamiento más desarrollado que el otro no implica que el contrario no se pueda fortalecer. Como cada uno se sitúa en un área diferente del cerebro, para madurar ambos modelos de pensamiento se deben ejercer los dos hemisferios. Veamos cómo podemos ejercitar tanto el pensamiento convergente como el divergente.

Pensamiento Divergente y Convergente

Tipos de pensamiento creativo

Estos dos tipos de pensamiento creativo son los dos procesos que el cerebro lleva a cabo a la hora de encontrar la solución a un problema. Por un lado, el pensamiento convergente se caracteriza por el uso de la razón, la lógica y la experiencia. En cambio, el pensamiento divergente es el que impulsa una forma de pensar diferente y creativa.

Pensamiento convergente

Según el psicólogo estadounidense Paul Guilford, el pensamiento convergente o pensamiento racional es aquel que se produce en el hemisferio izquierdo del cerebro. Se caracteriza por encargarse de las funciones relacionados con la lógica y el lenguaje, pero también con el pensamiento abstracto.

Este es el tipo de pensamiento común, el que se centra en atraer nuestro conocimiento y nuestros estímulos, y los hace convergir desde fuera hacia el foco, hacia aquello que estamos haciendo. El pensamiento convergente sigue una línea lógica, un camino marcado. Por ello es el que se asocia más rápidamente a la tarea de encontrar la solución a un problema.

Este proceso cognitivo “vertical” puede ser de utilidad en distintas situaciones que requieran un pensamiento racional basado en una serie de conocimientos previos.

Ejemplos de pensamiento convergente

  • En una reunión de trabajo, los responsables deben que escuchar todas las ideas que existen sobre cómo resolver un problema, analizarlas y elegir de todas ellas la opción que crean que vaya a dar mejores resultados.
  • En un examen tipo test, el alumno debe que reflexionar sobre todas las posibles opciones de respuesta, razonar sobre aquello que ya ha estudiado con antelación y escoger la respuesta que considera correcta en base a ese criterio.

Pensamiento divergente

También conocido como pensamiento lateral, el pensamiento divergente resulta especialmente útil para buscar soluciones a nuevos problemas. Se conoce que transcurre en el hemisferio derecho del cerebro, y para llevarlo a cabo, primero se deben abandonar las ideas preconcebidas. Con este método se consigue explorar todas las posibles soluciones para enfrentar una circunstancia, y así generar multitud de ideas creativas y originales. Una serie de conclusiones a las que, de otra manera, hubiera sido más complicado o casi imposible llegar.

El pensamiento divergente es el que se utiliza, por ejemplo, para resolver acertijos. Pero también se puede aplicar a situaciones más cotidianas para resolverlas de una manera más original, que, en muchos casos, resulta ser más útil.

Ejemplos de pensamiento divergente

  • Si se cayera de la pared de una habitación un estante repleto de adornos, en lugar de volver a ubicar el estante donde estaba, si utilizamos el pensamiento divergente podríamos sugerir colgar el estante del techo.
  • Si tuvieras una vivienda vacía en una gran ciudad, lo más lógico sería pensar en alquilarla como vivienda habitual, pero al utilizar el pensamiento lateral, te darías cuenta de que igual saldría más rentable alquilarla por días como apartamento turístico.

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