Las pymes son una parte imprescindible del tejido empresarial de nuestro país, ya que representan más del 62% del Valor Añadido Bruto español.
Existen diferentes tipos de negocios que están englobados en los distintos mercados y sectores y, según el Ministerio de Industria, comercio y turismo, las pymes representan el 99.8% de las empresas españolas.
Pero, ¿qué es una pyme en España? ¿Existen diferentes tipos? ¿Un autónomo es una pyme?
Para adentrarse en el sistema empresarial debes conocer con exactitud qué es una pyme y todas sus características. Por ello, en este artículo, desde eserp vamos a explicarte todo cuanto necesitas saber.
¿Qué es una pyme?
Para entender qué es una pyme en España, es necesario recurrir, primero, a las propias siglas: Pequeñas y Medianas Empresas.
Por tanto, se entiende que las pymes engloban a todas aquellas empresas que son de tamaño pequeño o mediano, e incluso las emprendedoras que están iniciando su camino en el mundo laboral.
La Unión Europea considera imprescindible la definición, a nivel europeo, de lo que significa una pyme y de establecer unas características básicas para poder englobar a todas las empresas que sean denominadas como tal. Y es que es la mejor forma de poder unificar a los negocios para poder repartir las ayudas que están destinadas para ellos.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que una pyme debe considerarse empresa, y el factor determinante para valorar si un negocio es una pyme es la actividad económica y no la forma jurídica que éste presente. Por tanto, no importa si se trata de un trabajador por cuenta propia, asociaciones, sociedades o empresas familiares. Sino que cumpla con los criterios de actividad económica definidos como todo tipo de venta de productos o servicios con un precio establecido o que formen parte de un mercado directo o determinado.
¿Cuáles son las características de una pyme?
Una pyme debe cumplir con unos requisitos y características básicas para poder formar parte de este grupo. Las principales son:
– El tamaño es importante, y es que las pymes deben ser organizaciones con un tamaño pequeño o mediano en lo que hace referencia al número de trabajadores (entre 1 y 250), a las dimensiones de su infraestructura y al número de operaciones.
– Deben contar con recursos financieros, tecnológicos y humanos limitados.
– Tienen una cultura organizacional y unos valores más cercanos a las personas y a sus clientes.
– Son mucho más flexibles que las empresas grandes, tanto en los procesos burocráticos como en la adaptabilidad de las condiciones y requisitos que impone el mercado o sector al que pertenecen.
– Se adaptan con mucha facilidad a las exigencias y necesidades de los consumidores.
– Están establecidas localmente y operan en un territorio limitado y, por norma general, no tienen pretensiones de expansión hacia otros países ni ciudades.
– Son completamente independientes, es decir, no están asociadas ni dependen de otros grupos u organizaciones más grandes.
– Mantienen, dentro de sus posibilidades, su propia autonomía.
– Tienen un trato mucho más familiar y cercano con los trabajadores que forman parte de la empresa e incluso con sus distribuidores, proveedores y clientes.
– Su facturación debe ser inferior a los 50 millones de euros anuales.
– Sus costes de inversión no son muy elevados.
Tipos de pyme
Las pymes en España se distinguen en 3 tipos diferentes:
1. Microempresas
Las microempresas son aquellas que tienen un número máximo de 10 trabajadores, independientemente de si son socios, trabajadores o propietarios.
Su volumen de negocio debe ser bajo, no superando los 2 millones de euros y tienen un sistema de producción básico, sencillo o artesanal.
Algunos ejemplos de microempresa serían:
– Peluquerías.
– Fruterías.
– Cerrajerías.
– Talleres mecánicos.
2. Pequeña empresa
Las pequeñas empresas se caracterizan por tener entre 11 y 50 trabajadores y un volumen de negocio de hasta 10 millones de euros.
Operan a pequeña escala, de forma local y en un mercado específico, generando ingresos con los que sufragar gastos y contando con un margen de beneficios.
Tienen una estructura patrimonial, financiera y administrativa mayor que las microempresas y no suelen tener pretensiones de convertirse en una gran corporación.
Algunos ejemplos de pequeñas empresa son:
– Supermercados de barrio
– Clínicas dentales
– Restaurantes
– Centros médicos
3. Mediana empresa
Por último, el tercer tipo de pyme de España son las empresas medianas.
Éstas tienen un número de empleados de entre 51 y 250 empleados, y un volumen de negocio inferior o igual a los 50 millones de euros anuales o un balance general anual de 43 millones de euros. Por lo que su facturación es bastante competitiva.
Suelen dedicarse a mercados más especializados y su estructura es más compleja que la de las microempresas o pequeñas empresas.
La toma de decisiones está más dividida, ya que intervienen más personas.
Las empresas medianas suelen tener la necesidad o el objetivo de crecer y expandirse a todas regiones, ciudades o comunidades.
Algunos ejemplos de empresas medianas son:
– Colegios.
– Constructoras.
– Clínicas médicas.
– Hospitales.
– Gasolineras.
¿Un autónomo es una pyme?
Teniendo en cuenta todo lo explicado anteriormente, hay una duda que es vital resolver. Y ésta es: ¿un autónomo es una pyme?
Y, según el Ministerio de industria, comercio y turismo, un autónomo sí puede ser una pyme siempre que cumpla con todos los criterios y características que engloban a las pyme. Por tanto, si un autónomo cumple con el número de empleados fijados, los importes financieros establecidos, ejerce una actividad económica y, además, emite facturas de forma directa, sí se considera una pyme.
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