Qué es el síndrome del impostor, causas y cómo superarlo

Siete de cada 10 personas sufren el síndrome del impostor alguna vez en su vida. ¿Quieres saber de qué se trata? No te pierdas este artículo.

Seguro que, en alguna ocasión, has sentido dudas sobre si tu perfil era el adecuado para un puesto, sobre si lo harías mejor que la anterior persona en esa posición, si estarías a la altura… ¿Sabes que el 70% de las personas puede sufrir el síndrome del impostor alguna vez en su vida? Te contamos qué es, cómo detectarlo y cómo superarlo en este post.

¿Qué es el síndrome del impostor?

El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico por el cual, a pesar de haber demostrado su valía con logros académicos o laborales, las personas que lo padecen sienten que no están a la altura, que no son lo suficientemente buenos, competentes o capaces. Todo lo que han conseguido no es consecuencia directa de su valía, sino que los logros han llegado a su vida por golpes de suerte o gracias a terceros, y por eso se sienten impostores: consideran que, aunque tienen una buena posición, no la merecen y son, en realidad, un fraude.

Este fenómeno puede afectar a personas de cualquier cargo y responsabilidad. De hecho, se estima que un 70% de las personas lo sufrirá alguna vez en la vida, y es que hay diferentes niveles:

  • El primer nivel del síndrome del impostor consiste en un sentimiento de insuficiencia o de duda generado por las inseguridades que podemos experimentar de manera puntual ante un nuevo reto (un nuevo puesto de trabajo, un nuevo curso, un proyecto ambicioso, un nuevo cliente, etc.). En este caso suele ser temporal, ya que las dudas se disipan con el tiempo y la experiencia.
  • Sin embargo, existe otro nivel que es más grave, y es cuando estas dudas crónicas persisten en el tiempo, lo que conlleva un gran miedo a afrontar riesgos, a destacar o simplemente a participar, por si esa intervención hace que los demás se den cuenta de la falta de valía. Este tipo de síndrome del impostor puede perdurar años, incluso arrastrarse desde la infancia o adolescencia; sin embargo, aunque sea complejo, puede superarse con la ayuda psicológica adecuada.

Causas del síndrome del impostor

Existen algunos factores que pueden causar este sentimiento de insuficiencia y de duda crónica, como pueden ser:

  • No destacar en familias de grandes logros o donde los logros son muy valorados: en un entorno familiar muy competitivo donde los logros son lo más importante o donde los progenitores han alcanzado grandes metas, la presión por no estar a la altura puede ser tan grande que comience a generar dudas sobre uno mismo. Si, además, en lugar de recibir elogios por los logros conseguidos, nos encontramos con un entorno donde pesa más la crítica por lo no logrado, nos encontramos ante el caldo de cultivo perfecto para que germine el síndrome del impostor.
  • Falta de seguridad en uno mismo: las personas con problemas de inseguridad y baja autoestima son más susceptibles de sufrir este fenómeno psicológico y considerar que no son lo suficientemente buenos, a pesar de la formación recibida o los logros conseguidos, ya sean académicos o laborales.
  • Inseguridad por experiencias vividas: la causa puede no ser de origen, sino una mala experiencia laboral. Por ejemplo, un despido puede ser el desencadenante de este sentimiento de duda para un profesional que antes nunca lo había padecido, puede despertar sentimientos de culpa por no haber sido suficiente, de duda y una falta de autoestima.
  • Cambios en la vida académica o laboral: en este caso, es normal que surjan dudas e incluso sentir que quizá no seamos lo suficiente para ese nuevo rol que conlleva una mayor responsabilidad, o para entrar en la universidad. Pensamientos como “¿estaré lo suficientemente preparado?”, “¿estaré a la altura?” o “¿lo haré mejor que la persona que antes ocupaba este puesto?” pueden alimentar nuestras inseguridades y el síndrome del impostor. Sin embargo, en este tipo de situaciones, normalmente las dudas tienden a disiparse tras el periodo de adaptación a la nueva situación.

Síntomas del síndrome del impostor

Las personas que sufren este sentimiento de insuficiencia o duda crónica suelen tener diferentes comportamientos o síntomas que muestran este síndrome del impostor. Algunos de ellos son:

  • Dificultad para aceptar elogios: como veíamos anteriormente, las personas con este fenómeno psicológico consideran que sus logros no son merecidos, pues no son ellos los responsables. El éxito se asume como cuestión de suerte o dependiente de factores externos o terceras personas, pero en ningún caso está relacionado con las cualidades y competencias propias, ni con el esfuerzo. Por eso, tienden a minimizar sus logros en lugar de reconocerlos o celebrarlos.
  • Miedo a ser descubiertos: debido a la falta de confianza en sus propias capacidades y competencias, quienes sufren este síndrome tienen miedo a destacar o participar por si dicen algo que descubra que son en realidad un fraude y no están a la altura de su posición.
  • Inseguridad: es la base de este síndrome, y se alimenta de las comparaciones constantes con otras personas, la baja autoestima, el no aceptar los logros propios como merecidos, etc. Puede llegar a generar ansiedad, situaciones de autosabotaje e, incluso, afectar en las relaciones sociales.
  • Visión negativa y expectativas de fracaso: el síndrome del impostor y la inseguridad inherente a él pueden provocar una visión negativa constante respecto a nuestro rendimiento, e incluso provocar dudas al enfrentarnos a situaciones que hemos superado con éxito anteriormente.

Cómo superar el síndrome del impostor

Cómo superar el síndrome del impostor

Si sientes que sufres este fenómeno y quieres saber cómo superar el síndrome del impostor, debes saber que es posible, pero requerirá un gran esfuerzo de aceptación por tu parte. Además, puede ser necesaria también la ayuda profesional, pues hay casos en los que se produce desde una edad temprana y se agrava con el tiempo.

El objetivo para conseguir superarlo es comprender que no es necesaria la perfección absoluta, ya que esto es un imposible que no conseguiremos, y por tanto nunca llegaremos a la consecución de nuestros objetivos, lo que generará frustraciones que pueden tornarse en inseguridades.

Es necesaria una visión realista de uno mismo, aprender a valorarse con objetividad, no dando tanta importancia a las opiniones de los demás, y aprender también a reconocer nuestras limitaciones y –sobre todo– nuestras capacidades.

Recuerda: si tienes la formación y las capacidades, puedes conseguir tus objetivos. Valora todo lo que consigues en tu día a día y celebra tus éxitos. Y si quieres continuar tu formación para seguir cumpliendo tus metas, no te pierdas nuestros programas de másters y MBAs, y llega tan lejos como te propongas.

COMPARTE ESTE ARTÍCULO